Nos presentamos
Hace un tiempito conseguimos identificar en nosotros mismos una necesidad.
¿Nosotros? ¿Quiénes? Unos cuantos que nos reconocemos cristianos, que compartimos búsquedas, preguntas e incertidumbres, y que no encontrábamos en los lugares que frecuentamos la posibilidad de canalizar algunas de las cuestiones que nos acongojan y movilizan.
¿Necesidad? ¿Qué necesidad? La de expresar y expresarnos algunas de esas cuestiones: dudas, rechazos, faltas, ideas tentativas, soluciones provisorias, disconformismos, sobreconformismos (si cabe tal redundancia), y unos cuántos etcéteras que no tenemos claro en absoluto.
Y decidimos juntarnos, si se podía. Y charlar, y debatir un poco, y tratar de pensar. Sin la necesidad de arribar a conclusión alguna, aunque con el deseo inconfesado de aclarar algunas cosas, reconocer algunos obstáculos o identificar mejores senderos para nuestro deseo de vivir comprometidamente con los valores que consideramos dignos y recomendables. Para mejor comprender una fe que demasiadas veces adquiere formas que no nos representa y a la que no conseguimos influir con nuestra impronta.
Fuimos invitando a algunos que aceptaron el convite y a otros lo rechazaron horrorizados (tal vez los primeros sólo sean más lentos en comprender lo que éstos últimos ya mensuraron y evaluaron acertadamente).
Y seguimos invitando.
A reflexionar, si se puede. A pensar juntos, si cabe. A cuestionarnos mutuamente y a nosotros mismos. A procurar acompañarnos en un trecho del camino para ayudarnos a no tropezar, a levantarnos si alguno pegó una rodada, o simplemente andar juntos.